Hay una cosa que me encanta hacer: me encanta opinar. Necesito opinar. Cuando alguien habla de algo en concreto, siento que tengo que estar metida en esa conversación y sacar mi voz a relucir. Pero esto tiene un problema, que para opinar hay que saber de qué se está hablando. Por eso, siempre —de verdad que intento que así sea— me formo para después poder hablar.
Algo así me ha pasado con Javier Castillo, el autor del que vengo a hablaros hoy. Entró en el mundo editorial hace unos años con El día que se perdió la cordura. Tuvo tanto éxito, tanto, que su segunda parte, El día que se perdió el amor, empezó a venderse inmediatamente convirtiendo a este joven autor en uno de los autores españoles más vendidos.
Todo el mundo hablaba de estos libros, todos opinaban. Pero yo no los había leído… y quería entrar en la conversación. Así que el momento perfecto vino cuando me enteré de que iba a sacar una nueva novela, Todo lo que sucedió con Miranda Huff. Entonces me froté las manos, sabiendo que iba a leer algo de este autor del que todo el mundo hablaba y que, por fin, podría dar una opinión.
Pues bien, puedo decir que, a pesar de las campañas de publicidad bombardeantes que ha tenido —que podrían hacer pensar que todo se trata de marketing y no de calidad—, el libro tiene lo que merece.
Se trata de un thriller al puro estilo americano. Javier nos lleva a la cuna del cine, a Estados Unidos, donde una pareja de guionistas hacen lo imposible por sobrevivir en esa gran industria. Un día, Miranda, la mujer, desaparece. Sí es cierto que Ryan y ella están pasando por una temporada muy mala, puede que incluso este hubiera hecho cosas horribles que dilapidarían la relación, pero de ahí a ser sospechoso de la desaparición de su mujer… hay un largo tramo. Tampoco ayuda que en la zona donde desapareció Miranda se encontraran dos cuerpos de mujer. Y tampoco que su mejor amigo, el guionista de éxito James Black, ya esté empezando a desvariar.
Lo que el lector se encuentra nada más abrir el libro es con que algo falla. Algo no cuadra en la historia, todo tiene muy mala pinta y todos parecen sospechosos de la desaparición de Miranda. La historia nos va llevando al pasado: la propia Miranda nos cuenta cómo conoce a Ryan, Ryan nos cuenta el presente y a veces también el pasado, James Black también nos lleva al pasado para contarnos cómo llevó a cabo el guion que le daría la fama… Un ir y venir de historias, voces y tiempos que hace que el lector se meta de lleno en la trama a medida que va atando cabos con cada una de las pistas que el autor va dejando como quien no quiere la cosa.
La narración es rápida, no se entretiene en descripciones monótonas y aburridas, lo que incrementa el ritmo de lectura. A eso se le suma que los misterios se van acumulando a medida que avanza la historia, ya que no solo debemos preocuparnos por la desaparición de Miranda. Pero eso es algo que ya descubriréis si os decidís a meteros en la cabeza de Javier Castillo.
Tengo que decir que yo he conseguido descubrir el ochenta por ciento de lo que pasaba antes de llegar a la mitad del libro. Y esto es algo que no me suele ocurrir. Quizás ha sido porque estaba tan metida en la trama que mi cabeza no ha podido evitar hacer conexiones y conjeturas como una loca y eso me ha llevado a descubrir el final tan pronto. Por eso estoy deseando escuchar más opiniones de gente que lo haya leído para saber si debo ponerme la medalla de súper detective o si es que, realmente (y de verdad creo y espero que no sea así) el libro es un tanto predecible.
Así que, sí, ahora ya por fin puedo dar una opinión formada sobre este autor. Aunque no del todo, porque me han confirmado fuentes fiables que la bilogía con la que alcanzó la fama es todavía mejor que Todo lo que sucedió con Miranda Huff. Y, si es así, me temo que tendré que hacerme con ellos porque, si este es bueno, no me quiero ni imaginar cómo son los otros dos.
A mí también me ha encantado este libro, mucho más que los otros dos de Javier Castillo! En general, este escritor tiene una magia a la hora de escribir…que te deja totalmente atrapado.
Me ha parecido un libro entretenido, aunque muy rebuscado. Trama rocambolesca. Me gustan los argumentos más reales.