Y todo por una perra, de J.M. Amilibia
Título: Y todo por una perra
Autor: J.M. Amilibia
Editorial: Alrevés
Páginas: 275
ISBN: 9788415900184
Este libro me ha sorprendido mucho, mucho más de lo que esperaba. Podría contarles en la reseña que no hace demasiado tiempo hablé con el autor y me pareció un hombre encantador, muy educado, y sobre todo muy interesante; esa conversación fue casual ya que hablábamos de otro autor al que yo había reseñado y entrevistado.
Otra casualidad de la vida fue encontrarme después con este libro, que es en apariencia, y en la forma naturalmente, una novela negra; pero sobre todo es casualidad que el arranque del libro hiciese que ya me quedase con el en las manos hasta descubrir lo que había pasado con Sofía, la perra de Frank.
Y les puedo contar que Sofía es secuestrada y torturada hasta la muerte por dos jóvenes que grabaron todo y posteriormente lo subieron a Internet ¿Les suena? Frank afirmará que mató a los jóvenes a “sangre fría” por venganza.
Pero como les decía, el libro me interesó por un cúmulo de cosas, desde la dedicatoria:
“A nuestra perra Fanny, que nos dio once años de dulce, generosa y alegre compañía. Vivirá siempre en nuestros corazones”.
Hasta la cita de Leonardo Da Vinci:
“Llegará un día en el que los hombres conocerán el alma de las bestias y entonces matar a un animal será considerado un delito, como matar a un hombre. Ese día la civilización habrá avanzado”.
Y tal como les he dicho antes…, por este arranque del libro: “Los dos eran clientes ocasionales del bar triste y solitario en el que tomaban las últimas copas de la jornada; un bar de esos en los que a partir de las doce de la noche parece que solo sirven despedidas. El doble asesinato se había cometido en la casa de al lado…”
Supongo que ya van comprendiendo el motivo por el que no pude dejar de lado esta novela. Por una parte esa manera de iniciar la historia ya hace suponer que habrá, además de novela negra, literatura. Por otra parte el texto de la contraportada, la dedicatoria y la frase elegida de Da Vinci, me hizo pensar inmediatamente en mi amiga Elizabeth Costello, aquella que un día me presentó Coetzee a través de Icíar y que ya nunca he podido olvidar.
Seré franca con todos ustedes, no he leído mucho de J. M. Amilibia, pero eso no quiere decir que no sepa nada de él ni de su vida, y quizá por ello sería injusto que ustedes no supieran que inicié esta lectura con un cierto prejuicio del que no podía desprenderme pero sería sobre la página 4 que ya estaba olvidado, completamente desterrado.
Y será porque este Bilbaíno, periodista y escritor que ha trabajado en casi todos los medios y ha firmado un buen número de novelas, en esta ocasión ¿nos habla del amor a los animales?, sí, pero sobre todo, de esta sociedad tan opresiva y mediatizada en la que vivimos, y lo hace a través de unos personajes perfectamente definidos, capaces de reflejar un entorno real y creíble con un final sorprendente, una novela cargada de muchísimas más preguntas que respuestas. Y saben ustedes que a mí me gustan mucho más, por lo general, las preguntas que esas respuestas que muchos autores ofrecen sin que nadie se las pida y a nadie interesen.
Sofía ha despertado en mí tanto interés como el que despierta en Oscar, un periodista sensacionalista de un semanario llamado La Lupa de Sherlock. Y no puedo dejar de pensar en esa sociedad que nos presenta el autor en la que el control gubernamental es feroz, con leyes para todo, todo, todo, incluso hay una Ley para que no te quejes porque está prohibido deprimir a los demás… ¿Les suena de algo? Leyes protectoras que para defendernos de #nosesabequé nos han dejado sin un milímetro de libertad, el hombre sabe que está siendo manipulado pero parece que ya ni le importa, ni lucha contra eso, bien nos recuerda que el terror necesita de la complicidad de la cobardía. Y sí, también salen abogados estrella, amigos de meter la mano en bolsillo ajeno, y policías medio buenos, y una buena dosis de humor, de hecho nos dice que “el nazismo nació cuando Alemania perdió su sentido del humor; cuando la solemnidad marcial gana a la burla y la ironía, estamos perdidos…”, y he recordado La montaña mágica, de Thomas Mann, que estoy releyendo en la actualidad y es cierto que, al parecer, antes de la guerra los alemanes disfrutaban de un buen sentido del humor. Pero también veremos referencias a numerosos escritores y a sus obras, sobre todo hace un seguimiento y homenaje a Truman Capote y a su novela, “A sangre fría”… ¿Recuerdan el inicio de esta reseña? ¡A sangre fría!
Ya saben ¿Serían capaces de matar a los asesinos y torturadores de su mascota? Es más ¿Quiere usted más a su perro que a su propio hijo, o más que a su marido o a su mujer…? O incluso ¿Más que a su cuñada? Y ya saben que yo estas preguntas tampoco las hago porqué sí. Respóndanse con absoluta sinceridad, que yo les aseguro que, a pesar de todo, sus cuñadas les seguirán queriendo.
Susana Hernández
Difíciles preguntas. Se les coge mucho cariño a nuestras mascotas. Son uno más de la familia. Aún echo de menos a mi perrito y ya van a hacer diez años. Cómo lloré ese día… Y los siguientes…
No conocía a este autor, pero ya la trama me ha ganado. Y viendo que te ha convencido, no lo dudo y me llevo este libro bien apuntado.
Besotes!!!
Qué digas que son difíciles las preguntas ya me da una idea de tu forma de pesar, y desde luego de tu honestidad al contestar jejejej ¿No has tenido más perros tras la pérdida de aqué que tanto te hizo llorar…? En cualquier caso no arriesgo nada al decir que si te llevas el libro no te arrepentiras de su lectura.
Besicos !
¿Sabes que no hace mucho me vino a la mente ese pensamiento que refleja Leonanrdo da Vinci en su cita? Estoy convencida de eso, es un paso que falta por dar, sí creo que llegarà ese cambio de mentalidad que formara parte de una forma de pensar.
Me parece de lo màs original desarrollar toda una novela negra en la que la vìctima sea un animal, y es que hay que ver lo rica que puede ser una novela negra, lo que es capaz de tratar mientras te mantiene en vilo, y si encima se trata de un escritor que conoce de literatura, pues què decirte, pinta muy bien y de lo más tentador la recomendaciòn de hoy.
Nuestra Elizabeth Costello …. como si existiese fuese de la ficciòn también, me gustó encontràrmela aquì, contigo y conmigo, jeje.
Sobre tu pregunta, jajaja, a mì ya sabes que me hace mucha gracia lo de las cuñadas.
Un abrazo de inicio de vacaciones 😀
Qué interesante siempre este Leonardo!!!
Podríamos vivir sin comer proteínas derivada de la carne de los animales, los huvos etc… ??? Yo creo que mientras no se solucione este asunto un animal no puede estar al nivel o categoría humana.
Y yo prefiero, abiertamente y sin paños calientes 😉 la muerte de cualquier animal a la de cualquier persona, incluso a la de cualuqier cuñada, pero vamos, que yo soy una tía rara, ya ves…
En cuanto a las Elizabeth Costello del mundo, son muy necesarias en la sociedad actual, para no pasarnos de la raya
Un besico de ánimo en este regreso vacacional 😀