Todo Sherlock Holmes, de Arthur Conan Doyle
Yo, Sergio Sancor, tengo en mi haber dos escritores fetiches que, pase el tiempo que pase, siempre me hacen acercarme a su obra, bien por querer encontrar cosas nuevas, o porque aparece alguna reedición con material inédito, con algún texto que no había aparecido hasta ahora, o porque, simplemente, los fetiches están para eso y para más. Los dos casos son: Edgar Allan Poe y Arthur Conan Doyle. De lo que os hablo hoy es del segundo, porque hace un tiempo, llegó a mis manos la recopilación de todas las historias, relatos, novelas, y la información más completa recopilada en España sobre el padre de Sherlock Holmes, ante lo que yo empecé a babear como un niño pequeño, y a dar saltos de alegría cuando miraba mi estantería y veía esta maravilla entre mis posesiones. Los fetiches son así: cuando uno los tiene, no puede dejar de admirarlos. Y así, me he visto convertido en el célebre detective en este viaje monográfico, en una de esas ediciones que hace las delicias de los verdaderos admiradores del personaje y que representa, me animo a decir, la versión definitiva de aquellos que crecimos con Sherlock, Watson, Moriarty y las calles londinenses llenas de neblina y misterios que resolver.
Abrid las puertas de vuestra casa y dejad entrar a “Todo Sherlock Holmes”. Seguiréis con vuestra vida, pero ya nada será igual.
Devorado por la curiosidad, me encuentro después de haber leído este volumen monstruoso de mil seiscientas páginas, con una borrachera de Sherlock tal que me sería imposible dar con las palabras certeras que describan aquello que supone esto para mí. Se mezclan varios sentimientos: alegría, adoración, nostalgia, emoción, y tristeza. Alegría porque por fin, de una vez por todas, todas las historias de mi personaje favorito están reunidas para que yo las disfrute; adoración porque Arthur Conan Doyle es uno de esos escritores que, en su estilo, creó historias que han trascendido mucho más allá de lo que se esperaba y nos trajo a los lectores los antecedentes de la novela policíaca, convertida en éxito para todos nosotros; nostalgia, porque estas historias las leía cuando era adolescente, elegidas con mimo en el instituto, para hacerme disfrutar de mis clases de Lengua y Literatura y convirtiéndose en debates apasionados con mi profesora; y tristeza, porque una vez empezado, algo siempre tiene que acabar, pues nunca es infinito, y siempre hay un punto y final que se lleva aquellas historias que habían comenzado con un título y sus mayúsculas. Emociones que se traducen en una reseña que, quizá, no haga historia a esta edición de Cátedra pero que desde luego hace justicia a la vida de este humilde lector que ha vivido, siempre, por y para los libros.
Desde “Estudio en Escarlata” hasta “El último saludo” paseamos por historia, casi me animaría a pronunciar esta palabra con H, porque Sherlock Holmes es Historia, es puro conocimiento, es aquello que hace que la literatura siga su curso. Y no, no soy un enamorado de la novela policíaca. Los que me conocen saben que, de un tiempo a esta parte, las novelas de ese género empiezan a aburrirme, causándome una mezcla de pereza y sopor que hacen que no entre en la historia. Pero, ¿quién puede resistirse a “Todo Sherlock Holmes”? Si alguien pudiera decirme que estas historias no le han entretenido, será entonces que yo me he equivocado, algo que no sería del todo anormal, pero que sí me sorprendería. En mi vida como lector puedo decir que leo de todo, pero al final siempre vuelvo a ciertas lecturas, para recordarme por qué estoy en esto, por qué os hablo de libros, por qué escribo reseñas, por qué la literatura es un pilar importante en mi vida. Y esta obra, su conjunto, lo que implica, lo que significa, es uno de ellos. Sé que el amor por los libros de un lector puede vestir diferentes formas, quizá ninguno pueda decir lo mismo si le preguntáramos por qué nos gusta la lectura, pero lo que sí nos une son esas historias que, a lo largo del tiempo, permanecen con nosotros y que nos identifican, nos crean la personalidad y nos la convierten en fuerza, en pasión, en conocimiento.
Arthur Conan Doyle fue un maestro. Supo entender como nadie lo que querían sus lectores. Y aunque el tiempo no le haya pasado justicia con algunas de sus adaptaciones, Cátedra le ha devuelto el lugar que le corresponde. ¡Larga vida a Sherlock Holmes! ¡Larga vida a la literatura! ¡Y larga vida a aquello que nos une a todos: los libros!
Al habla un Holmesiano más.
Dices “desde Estudio en Escarlata hasta El Último Saludo”, pero la ultima recopilacion de relatos escrita fue El Archivo de Sherlock Holmes (para mí, la mejor por cierto). No te lo digo para corregirte ni ser pretencioso ni nada, sino porque a lo mejor no viene en esa recopilación o se te ha escapado y te puedo dar la buena nueva de que te quedan 10 o 12 relatos por leerte!! (Ojalá me la dieran a mi…)
Por cierto, cuando yo me aficioné a la lectura de SH, solo RBA tenía unidas las cuatro novelas. Los relatos tuve que comprarlos en ANAYA en unas ediciones feísimas y de las que se caían las páginas por decenas… Y me fui a Londres un año después: las obras completas (TODAS) de SH en papel de Biblia (este de las paginas del borde rojo) por 9£!!! Y la edicion con el papel en pan de oro (borde de oro) por 24£!!! (Me llevé la de 24 no pude resistirme jejeje)
Y de Holmesiano a Holmesiano, creo que Sherlock Holmes es, si no el mejor, uno de los mejores personajes literarios que he leido (pugna mi ranking con Athos). Pero siempre me dio la sensacion de que Doyle se “agotó imaginativamente creandolo”. Creó un personaje TAN TAN TAN TAN bueno, que luego en la mayoría de las historias no fue capaz de hacer otro derroche semejante de imaginación y crearle un caso detectivesco a la altura del personaje. Parecía que Sherlock existiera o se hubiera autocreado y las historias fueran cosa de Doyle.
Un saludo
Hola Knox,
Digo lo de “El último saludo”, pero es porque así está organizada esta edición, “El archivo de Sherlock Holmes” aparece. Pero gracias por tus palabras igualmente, a veces escritas las cosas suenan diferentes de como son en realidad.
A mí lo que comentas de las ediciones me sucedió con toda la bibliografía de Poe, la compré en París por unos 15 euros, en inglés, y es una de esas ediciones de la que no me canso (y, por opinar un poco más allá, nos queda mucho que aprender todavía del mercado anglosajón en ese aspecto)
Sherlock Holmes me apasiona porque me recuerda a mi adolescencia, y porque, como tú dices, no he encontrado un personaje igual por mucho que lea.
Gracias por pasarte y comentar! Vuestras aportaciones son oro para alguien como yo!
Un saludo
Sherlock, tantas emociones y recuerdo se vienen a mi mente cuando leo este nombre en cualquier parte. En cuanto me entere de que Todo Sherlock Holmes estaba a la venta, corrí a comprarlo, y todas las mañanas al levantarme lo miro en mi pequeña biblioteca, lo admiro, lo aprecio, es como una mascota. Tome la decisión de no leerme todas las historias de una sola vez, y cuando estoy triste melancólico y las cosas no han salido bien, me adentro en el mundo de Holmes y Watson para pasar mis penas con estos queridos personajes, lo leo lentamente, pero se que algún día llegare a la última pagina.
El día que Sherlock Holmes resucitó a Conan Doyle…
Arthur Conan Doyle escribía historias de Sherlock Holmes en su consulta londinense de oftalmología mientras esperaba la visita de algún paciente. Estos, preferían leer los relatos sobre el detective de moda, publicados en la revista The Strand Magazine, a visitar la clínica.
Pronto, el jugador de rugby profesional, el portero de fútbol, boxeador y doctor, se dedicará solo a escribir las -para él, incomprensiblemente- esperadas y prestigiosas entregas, a las que tachaba de “esbozos superficiales” casi sin interés literario.
Las desavenencias literarias entre el autor y el personaje, llevó a Conan Doyle a concertar con el profesor Moryarti la muerte de Sherlock Holmes. Un “homicidio justificable” por el que su madre dejó de hablarle.
Sherlock Holmes volvió del más allá… La ya mala relación entre personaje y autor había empeorado para siempre… resucitándose mutuamente.
http://noninaclasicosdeaventura.blogspot.com.es
¡Hola! Vamos a ver si puedes ayudarme… Acabo de leer unos relatos de Edgar Allan Poe (Por primera vez en la vida) y me han encantado, pero con esto me enteré que Conan Doyle se inspiró en Dupin para crear a Sherlock y con esto aumentaron mis ganas de leer Sherlock Holmes. El problema es que hay como 98234324 relatos y no se que hacer. Hay como 3 formas de leerlos, pero los que mas he visto son: Orden de publicación y orden cronológico (como los colocan aqui http://eligeunlibro.blogspot.com/2016/08/orden-sherlock-holmes.html#.WO7m3lMrLpA) pero no se cual escoger. Se que son relatos sueltos, pero quiero leer de la mejor manera estos relatos a los que les tengo unas espectativas gigantes ¿Me recomiendan por orden de publicación o cronológico?
PD: Algunas recomendaciones de Allan Poe no me irian mal tampoco jajajaja, solo he leido El escarabajo de oro, La carta robada, el retrato oval, la semana de tres domingos y la verdad sobre el caso del sr. Valdemar.
¡Hola buenas tardes! Quería consultaros acerca de ésta edición ya que de lo que llevo leído hay un error bastante grave y no sé si será en todas las tiradas. La historia 5 “El paciente residente” que se inicia en la página 207 empieza bien pero ya después del primer párrafo “…omitirlo en esta serie”, comparando con otras traducciones, el diálogo siguiente no corresponde a la historia porque habla de octubre, y el siguiente “Había sido un día de agosto…” pertenece a la historia “La caja de cartón” que luego se supone que está bien en dicha historia en la página 893 pero con una traducción distinta a los fragmentos que se han colado en “El paciente residente”… No sé que escabechina han hecho pero de momento espero no encontrarme más sorpresas. La historia 5 de momento resulta ilegible.
Tengo esta edición, y otras, pero acabo de encontrarme una de morirse: completa en pasta dura x ediciones Plutón .