Siempre intento ser sincera cuando hago una reseña. Trato de decir las cosas tal y como las pienso y hoy no iba a ser diferente. Así que, seré honesta: cuando pedí Todos tenemos un lado (oscuro) rosa no tenía ni idea de quién eran Lili y Herrejón, ni siquiera de qué iba el libro. Por lo que no sabía que estas dos chicas son youtubers desde hace un tiempo, ni que habían decidido plasmar sus anécdotas en papel.
Yo no suelo frecuentar mucho Youtube, aunque hay algún canal que otro por el que tengo predilección y no me pierdo ningún vídeo. El primer canal que descubrí y que me apasionó fue el de Sebas G. Mouret, un chico que se dedicaba a hacer reseñas de libros en sus vídeos y con el que comparto un amor profundo hacia Laura Gallego y J.K. Rowling. Después vino el canal de Tiempo entre papeles, que contiene tutoriales sobre tips de estudio, material de oficina, oposiciones… resume a la perfección lo que es mi día a día, así que me encanta tener a mano los consejos de Cris para mis momentos de estrés estudiantil. Y tengo que admitir que hace poco me aficioné muchísimo a otro canal, que lo lleva una chica que se llama Ter. Vale, aquí haré un inciso: Ter es súper polémica. Sus vídeos buscan estar en boca de todos y lo que más me gusta de este canal es leer después los comentarios de la gente, donde la pregunta que más se hace es “¿esta chica habla en serio?”. Y es que osa decir que hay videoclips que son mejores que El Padrino o contar la Ilíada sustituyendo a los protagonistas por celebrities. Y como a mí siempre me ha gustado un poco la polémica y la gente que habla sin tapujos, espero ansiosamente cada semana un nuevo vídeo de Ter.
Pero a Lili y a Herrejón no las conocía, así que cuando me llegó el libro tuve que ponerme al día con sus vídeos. Descubrí que son dos chicas de mi edad que, unidas por su pasión por Internet y hacer reír a la gente, decidieron irse a vivir juntas y abrir un canal de Youtube. En el canal se dedican a hacer tags que la gente les pide, explicar tutoriales varios y, básicamente, hacer el tonto. Pero es que ellas son así, naturales, divertidas, extrovertidas y abiertas. Además son dos polos completamente opuestos: Lili es una dulce chica rubia que ama las comedias románticas y todo lo que tenga que ver con purpurina y unicornios; en cambio Herrejón, viste siempre de negro, le gusta el cine gore y ama a Metallica sobre todas las cosas. Yo he intentado descubrir a cuál de las dos me parezco más, pero creo que soy una mezcla entre unicornios y rock. Cada uno es como es.
Todos tenemos un lado (oscuro) rosa habla de cómo es compartir piso. Las dificultades que uno se puede encontrar y todas las ventajas que supone. Yo he compartido piso dos veces. Y la primera fue una de las mejores experiencias de mi vida. Yo tenía dieciocho años y me mudé de nuevo a Madrid; allí empecé a vivir con Dani y Nacho, que ya alcanzaban la treintena. Dani era como una madre para nosotros, muy ordenado y que hacía unas lasañas los domingos que curaban cualquier mal. Nacho era un alma libre, escritor y bohemio, me dejaba atontada cuando me leía algo de lo que había escrito. Y ahí estaba yo: empezando la universidad, conociendo un mundo que se abría ante mí y disfrutando de los dieciocho años como si supiera que no iban a durar. Lo que os decía, una de las mejores experiencias de mi vida.
Y este libro también habla de la amistad. De la relación tan especial que existe entre mejores amigas. Esa relación que hace que, solo con miraros, sepáis lo que está pensando la otra. Mi mejor amiga se llama Lucía y la conocí en primero de parbulitos. Con cinco años nos enamoramos del mismo chico y, tras una breve crisis existencial en la que ella sintió que se iba a quedar sola para siempre, nos convertimos en inseparables. Hasta hoy. Con ella mantengo esas conversaciones de: “tía tía. Dime tía. Qué fuerte lo que me ha pasado, tía. Ya ves, tía, súper fuerte”. Solo con esa mezcla de palabras, la otra ya sabe lo que va a oír. Una conexión especial. Una de las cosas más importantes de este mundo. Y, aunque ahora vivamos a cuatrocientos kilómetros y nos veamos solo una vez al año, es uno de los pilares fundamentales de mi vida.
Lili y Herrejón plasman a la perfección lo que es la amistad y la diversión. Hablan sin filtros, siendo como son en su día a día. Demostrando que cada uno tiene gustos diferentes y que eso no es motivo para juzgar. ¿Te apasiona ser youtuber? ¡adelante, ábrete un canal! ¿qué importa lo que diga la gente? Al fin y al cabo, vida, solo hay una.