No es la primera vez que lo escribo y no va a ser la última: me gustan los relatos. No sé por qué, seguramente no lo sepa porque nunca me lo he preguntado, y la verdad es que tampoco me apetece que sea ahora ese momento. Pero me gustan los relatos y es por eso que no he podido resistirme a leer la antología que acaba de publicar Anagrama recogida y editada por Paola Tinoco y en la que podemos encontrar nombres tan conocidos como Sara Mesa, Juan Villoro o Luisgé Martín. Once son los relatos que componen un libro en el que los autores se dispusieron a crear ante la pregunta de «¿qué es para ti un trío?».
Venga, pregúntatelo tú también. Y si quieres y te animas ponte a escribir un relato. Aquí todos somos escritores. Ánimo.
Claro, como es lógico, hay algunos de los relatos que tratan sobre la idea sexual que nos viene a todos cuando escuchamos la palabra, pero no os creáis, son solo algunos. En Tríos cada uno de estos escritores, todos de habla hispana pero de gran variedad de países, ofrecen su visión del trío a través de lo que mejor hacen: la invención de historias. Y nosotros, que estamos enganchados a la narración de historias como si fuera la mayor droga que ha inventando el hombre, abrimos el libro y nos encontramos por ejemplo a dos niñas enamoradas del mismo monitor de campamento, a una pareja y su bebé en un ambiente VHS, a dos hombres frente a frente hablando de una mujer infiel, a dos mujeres frente a frente hablando de ellas mismas en otro tiempo, a dos ancianos perdidos por el cuerpo joven de una mujer, etc. Once historias en las que el trío es su eje. También hay sexo.
Mientras leía el libro me vino a la cabeza la famosa pintura de la pipa. Sabes de la que hablo, ¿no? Pues creo entender ahora, mientras escribo esto, que esa imagen me vino a la cabeza porque este libro es algo así, una especie de mensaje al lector de que lo que va a leer no es lo que espera y a la vez sí. Esto no es un libro sobre tríos pero sí lo es. ¿Me explico? Ya sé que no.
En definitiva, en Tríos encontrarás once relatos con un prólogo de Paola Tinoco con los que poder recibir una pequeña pincelada de los autores que forman parte de él. A mí me ha servido para descubrir a nuevos autores (a la vez que también para volver a disfrutar de los que ya conocía), destacando por encima de todos, con perdón, el genial descubrimiento de Isabel Mellado. Iba a escribir que eso es lo que tienen las antologías de varios autores, que de repente descubres algo o a alguien y te cambia la vida. Lo iba a escribir pero luego he pensado mejor y me he dicho: «Víctor, eso pasa con todos los libros». ¿A qué sí?