Túneles

Reseña del cómic “Túneles”, de Rutu Modan

Túneles

Hubo una frase en la contracubierta de la novela gráfica Túneles que me animó a leerla: «Modan retrata Oriente Próximo y sus conflictos como ningún occidental podría haberlo hecho». Y no sé tú, pero yo sigo perdida en cuanto a la complejidad de la situación de Palestina, así que me apeteció acercarme a ella a través de los ojos de Rutu Modan, una mujer israelí judía.

¿De qué va Túneles? De una excavación arqueológica ilegal en busca de uno de los objetos bíblicos más perseguidos: el Arca de la Alianza, donde supuestamente se guardan las piedras grabadas con los diez mandamientos y que posee poderes místicos. El pueblo judío cree que, si la encuentran, llegará el Mesías y acabarán todas sus desgracias, pero en manos equivocadas podría suponer un gran peligro.

Rutu Modan consigue una historia disfrutable a varios planos. Por un lado, el de la propia aventura arqueológica, dirigida por Nili Broshi, una mujer caótica que busca reivindicar el legado arqueológico de su padre (que fue el que comenzó la mencionada excavación décadas atrás), pero a la que no le facilitará la tarea su hermano, con otros intereses, ni un codicioso coleccionista de antigüedades. Por otro lado, está el del trasfondo religioso, simbolizado en el Arca de la Alianza y las diversas leyendas en torno a ella. Y, cómo no, destaca el trasfondo sociopolítico de Oriente Próximo, porque toda esta historia se desarrolla en el subsuelo de la zona reclamada por Palestina, bajo el Muro de Separación, lo que conlleva nuevos impedimentos tanto en la excavación como a la hora de decidir quién se quedará con el Arca de la Alianza, en caso de que realmente se halle en ese territorio tan dividido.

Rutu Modan ha logrado, además, una novela gráfica muy inclusiva. Crea personajes judíos y árabes, ambiciosos y soñadores, miserables y divertidos, enfermos y cuidadores, con diferentes orientaciones sexuales e incluso con altas capacidades. Y los hace enfrentarse, traicionarse y también convivir para que observemos desde todas las perspectivas una sociedad que ha normalizado los prejuicios y la desconfianza y para que entendamos un poco mejor el choque religioso, el conflicto político y hasta la vida de la gente de a pie en Palestina, que muchas veces se mueve por intereses más mundanos, pese a todo el caos que reina a su alrededor. Con este variado elenco de personalidades y relaciones, Rutu Modan dota de una capa más de profundidad y dinamismo a esta novela gráfica.

Túneles es una historia de contradicciones y de sueños, de esos cuentos que contaron a Rutu Modan de pequeña y de esos hechos que provocan que Palestina lleve décadas en permanente tensión. Con grandes dosis de sátira y mucha acción, la historietista nos hace reflexionar sobre Oriente Próximo y, sin grandes alardes de optimismo, aboga por hallar la ansiada alianza en un futuro.

Por todo ello, no puedo más que recomendar Túneles, que Salamandra nos ofrece en una edición maravillosa de tapa dura y con dibujos a todo color.

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