Ulises y la comadreja. Una simpática introducción a los mercados financieros

Ulises y la comadreja. Una simpática introducción a los mercados financieros, de Georg von Wallwitz

Vivimos un momento histórico convulso y difícil que está teniendo unas consecuencias terribles de sobra conocidas por todos. Pero es que además, hay ciertos efectos colaterales cuya relevancia en nuestras vidas ha ido en aumento poco a poco, casi sin que nos diésemos cuenta: hay que saber de economía y de mercados financieros. Ahora mismo cualquier periódico, programa de radio o televisión que se precie tiene una sección de economía (importante ¿eh? nada de tocar el tema de refilón) en la que se analizan de forma pormenorizada la prima de riesgo, los tipos de interés, la evolución del Ibex 35, la situación de los mercados financieros… vamos que, personalmente, he pasado de cambiar de canal cuando anunciaban algo referente al Fondo Monetario Internacional a subir el volumen y mandar callar a cuantos me rodeen en ese momento, cada vez que Christine Lagarde asoma (aunque sea de pasada) en la tele para saber qué dice. Me he visto envuelta en una espiral en la que nunca hubiera pensado que me metería puesto que nunca jamás me ha interesado la economía. Pero es que jamás de los jamases. Y, sin embargo aquí me tenéis a punto de recomendaros “Ulises y la comadreja” un pequeño ensayo introductorio sobre mercados financieros.

Ya he dicho que no me gustaba demasiado la economía pero había y hay algo que me gusta todavía menos: no saber de qué me están hablando en cada momento. Si no sé de qué me hablan, no sé si se me dice la verdad y, lo más importante, no puedo opinar. Y me encanta opinar. Así que, en cuanto vi “Ulises y la comadreja” y leí de qué iba me dije a mi misma que estaría muy bien leerlo. Y no me equivoqué. “Ulises y la comadreja” constituye un ensayo perfecto acerca de economía y mercados financieros para aquellos, que como yo, gusten de un buen ensayo y no sepan de temas monetarios a gran escala más que lo que he aprendido viendo la tele y escuchando la radio desde el 2008 hasta la actualidad.

En el libro, de forma amena y resumida, se hace una introducción histórica a los mercados financieros, se analiza el comportamiento y la forma de actuar de aquellas personas cuya vida laboral está relacionada con los mercados, la bolsa y la economía en general. Asimismo se hacen unas interesantes reflexiones acerca del papel que juega el temor y el miedo por un lado y la ambición por el otro a la hora de desempeñar este tipo de trabajos. Todo ello ilustrado, para mayor comprensión, con ejemplos reales y con constantes referencias a la crisis que comenzó en 2008 y que seguimos padeciendo, lo que hace de este libro un ensayo práctico y en el que se puede ver claramente que todo lo que en él se dice es real y ha pasado en algún momento de la historia.

Además de todo esto, me han parecido muy curiosas algunas teoría expuestas en el mismo como, por ejemplo, la de la behavioral finance (finanzas conducturales): es decir una línea de trabajo en la que se intenta dejar a un lado los modelos matemáticos para explicar la economía y las finanzas y apoya sus tesis en la sociología y la psicología, pues “no todos los inversores y especuladores actúan de una forma estrictamente racional” (p.112).
Me ha sorprendido enormemente la cantidad de factores no controlados que influyen en el comportamiento de los mercados financieros y en el devenir de la economía mundial. Bueno, me ha sorprendido y me ha asustado al mismo tiempo.

La lectura de “Ulises y la comadreja” me ha resultado amena. Yo lo leí en dos tardes, aunque eso sí, espaciadas. Para los ensayos soy como mi abuela: leer y reposar lo que se ha leído. El ensayo es el único género que soy capaz de compaginar con otro libro. También la he encontrado útil e ilustrativa y a la vez me ha hecho pensar y reflexionar (supongo que ese era el propósito del libro) acerca de lo complejos que pueden ser los mercados financieros, lo mucho que han sido estudiados y, de la misma forma, tan inexplicables en algunas ocasiones.

Por último, pediros que cuando leáis esta reseña o cuando veáis el libro en alguna librería no lo desechéis rápidamente por el simple hecho de que sea una introducción a un tema que, a priori, pueda resultar aburrido. Yo creo que merece la pena leerlo. De verdad que sí.