Un gato callejero llamado Bob, de James Bowen

Un gato callejero llamado BobTe voy a poner en situación. La situación que me llevó a conocer este libro, Un gato callejero llamado Bob, leerlo, disfrutarlo y, ahora que se ha reeditado en nuevo formato más barato, cómodo y práctico de meter en el bolsillo trasero de los vaqueros, reseñarlo para ti.

Dicha situación nos lleva a hace un par de años. Hacía un frío que pelaba hasta las cejas. Un guitarrista, con los dedos amoratados, interpretaba los acordes de un tema de Johnny Cash. Le saludé, le felicité por la versión que se estaba marcando y seguí mi camino. Entré en una famosa y enorme librería del centro de Madrid. Era una mañana entre diario, porque en fin de semana ni loco me mezclo ahí con la ingente masa de público que abarrota las varias plantas del local. Entré buscando refugio del frío que hacía en las calles del centro y porque siempre perderme entre libros me ayuda a tomarme las cosas cotidianas que me esperan el resto del día con mejor humor. A veces pueden llegar a cabrearme cuando veo los exagerados precios de muchos libros, pero este es otro cantar. Vamos al lío. No buscaba ningún libro en concreto. Es más, iba con la idea de buscar sorprenderme porque ya tenía otros libros pendientes esperando en casa, así que me decanté por ir a las secciones que suelo siempre visitar. Nada nuevo o interesante en el frente. Me fui hacia narrativa anglosajona y de no ficción, bueno, como no buscaba nada en particular, cogía y leía sinopsis de las últimas novedades que, en un acto de atraer la atención del cliente, los libreros ponen con sus portadas a la vista. Como el grafismo de portadas, en muchos casos, deja mucho que desear, paseaba la mirada de un lado a otro sin que nada me motivara. Hasta…

Ahí estaba. Ese gato gordo y naranja de mofletes aún más gordos. ¿Cómo resistirse un amante de los gatetes a semejante fotografía? Vale que no tiene nada de creativo, es más la portada para muchos no pasa de ser la tierna imagen de un gato redondo graciosa sin más. A mí me encantó. Y leí la sinopsis:

James Bowen era un músico callejero que mal vivía en las calles y en apartamentos de Londres arrastrando un doloroso y problemático pasado. Una noche escuchó los maullidos lastimeros de un gato herido en el descansillo de su piso. En su situación, lo último que podía permitirse era aceptar la responsabilidad de cuidar del gato pero su noble espíritu decidió hacerlo. Le llamó Bob. No por Dylan sino por un personaje de Twin Peaks que le gustaba mucho. Lo que no esperaba James era que haber conocido a ese gato iba a salvar su vida y ambos, entre aventuras, situaciones cómicas y, en ocasiones, peligrosas por las calles londinenses, iban a sanar sus propias heridas que arrastraban del pasado y les iba a dar a los dos una segunda oportunidad.

Esta es la premisa de la historia real que narra en primera persona el propio James Bowen, el cómo un día un gato que venía herido y al que creyó darle una segunda oportunidad, en realidad era el gato quien se la estaba dando a él.

A la portada le acompaña un divertido sello con forma de huella de gato donde cita: Nº 1 Catseller. Un juego de palabras por el rotundo éxito del libro que fue un auténtico super ventas en Reino Unido y después en el resto del mundo. De esos libros que suele recomendar Oprah Winfrey en su programa de la tele y al día siguiente agota existencias en los estantes de las librerías. Yo desconocía este dato pero aun sabiéndolo, no hubiera hecho que recelara de él. El argumento me llamaba la atención. Yo soy músico, tengo gato, siempre he querido salir a tocar por las calles y la dulzura y sensibilidad que muestra James Bowen durante todas las páginas, con una narrativa sencilla, sin grandes pretensiones literarias, puro sentimiento, me conmovió y creó una simpatía hacia él que ha hecho que, a día de hoy, esté deseando viajar a Londres y conocerle en persona junto a su gato. Porque James todavía sigue saliendo a la calle a tocar con su guitarra y lleva a Bob consigo, subido a su hombro como hiciera desde el primer día que le conoció.

La emotiva e inspiradora historia de esta amable pareja que si tienes un mínimo de sensibilidad, seguro llegará a tu corazón, va a tener su adaptación en cine que se estrenará el próximo mes de octubre. El propio Bob, un auténtico Humphrey Bogart de la interpretación en versión gatuna, ha participado en algunas escenas de la grabación. Como suele ocurrir con las adaptaciones, a veces quedan muy por debajo de las sensaciones que te llegan a transmitir los libros, así que yo te recomiendo darle antes una lectura a Un gato callejero llamado Bob, dejar que el propio James Bowen te cuente a través de las canciones de Johnny Cash o Nirvana padeciendo el intenso frío de las calles de Londres, cómo era su vida y cómo fue aquel preciso instante en el que Bob entró en su casa para regalarle una vida nueva, la que ambos necesitaban. A propósito, al músico que encontré tocando en la puerta de la librería, aún le estoy buscando por Madrid para regalarle el libro.

 

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