Un hombre en la oscuridad

Un hombre en la oscuridad, de Paul Auster

Paul Auster: ¿el declive o la depuración de un estilo?

-Feroz crítica de Juan Manuel de Prada a la nueva novela de Paul Auster.

Hace muchos años, alguien me prestó una novela de Auster, asegurándome que era el libro favorito de un amigo suyo, razón por la que decidí concederle una oportunidad, y me llevé a la cama “El palacio de la luna”. Aunque no recuerdo demasiado de la novela, me llevé una mala impresión general de aquel amigo, quizá algo idealizado antes de iniciar la lectura, que jamás llegué a conocer.

Pasaron algunos años más, y alguien insistió en regalarme “Trilogía de Nueva York” para mi cumpleaños. Cuando mi compañero me preguntó si me había gustado, como no suele prodigarse en paciencia ante respuestas que habría que detenerse a analizar durante un momento, le solté una del repertorio: “me gusta cómo escribe, pero no sobre lo que escribe”. Ese pequeño juego de palabras captó un segundo su atención y me atreví a añadir: “al final todos sus libros son iguales, hay un hombre sólo en una habitación, que pierde progresivamente contacto con el exterior, y el espacio físico es en sí mismo bastante austero. Tras esta última frase, me dí cuenta que sus dedos jugueteaban con los botones del mando a distancia, deseosos de acción, aunque él seguía mirándome y asintiendo con fingido/respetuoso interés.

Al poco tiempo, mi hermana mayor, la primera persona que me dijo que no le gustaba “La sombra del viento” tras sólo haber leído 15 páginas, vino a verme con “Brooklyn Follies” debajo del brazo. Se lo habían prestado y me lo traía para que lo leyera antes de devolverlo. Pero nunca se lo devolví, sino que compré otro ejemplar para aquella persona a la que mi hermana tenía que devolvérselo.

Una pequeña manía. Me cuesta separarme de los libros que me gustan mucho. Y no me vale otro igual, quiero el que yo he leído, con el que he compartido mi tiempo y mis emociones, con sus pequeñas manchas de té y el leve olor del jabón que uso para el baño nocturno de mis hijo. No acepto clones.

Después de aquello, he comprado “Un hombre en la oscuridad”, lo he leído en un fin de semana, y me ha parecido una historia tierna y humana. Una historia transparente, Como sucede en “Brooklyn follies”, en la que el lenguaje escrito desaparece y una prosa bien pulida se desliza por el curso de nuestra conciencia, de modo que quedamos completamente convencidos de que hay alguien así en algún lugar del mundo, es tan real, no ha podido inventárselo, seguro que hay alguien que se siente exactamente así, y su vida es o ha sido esa.

Este Paul Auster me recuerda a ratos a Murakami, en el tratamiento minucioso de lo cotidiano, en las historias dentro de la historia, y la figura del pozo de “Crónicas del pájaro que da cuerda al mundo”, de algún modo, se superpone a la perfección con el agujero cilíndrico en el que Brick se encuentra atrapado, como si la obra de estos dos autores hubiera entrado en contacto en un punto que quizá ellos mismos desconozcan.

Y sus obras, curiosamente, se van pareciendo cada vez más, como una evolución en paralelo, pero mientras de Murakami se afirma que es uno de los más firmes aspirantes al Nobel, Auster recibe una crítica (suplemeto literario del ABC, semana del 13 al 19 de septiembre) en la que sólo leemos palabras como decadencia, desdén fabulador, despojado de magia, anemia, desgana, falta de cohesión y brío narrativo…

De Prada lo culpa de decepcionarle por haber dejado de hacer novelas de misterio. ¿Que habría pasado si Ken Follet no se hubiese permitido dejar de hacer novelas de espías durante un periodo para escribir “Los pilares de la tierra”?

Eva MMJ
eva@librosyliteratura.es