En la primera página de Una bomba en mi interior, de la escritora Autumn Christian, la protagonista, Beverly Sykes, nos cuenta cómo pierde la virginidad con Spider, el típico chico malo. Porque Beverly tiene quince años y le encantan los chicos malos, claro. Lo que ambos sienten es indescriptible, algo mucho más potente que un orgasmo. Obviamente, Beverly quiere repetir, y en cuanto se extiende el rumor de que lo que ella hace no es normal, candidatos no le faltan.
Durante las cincuenta páginas siguientes, nos hace partícipes de sus sucesivos encuentros sexuales. Chicos malos, chicas malas y hasta chicos buenos. Beverly no se sacia nunca y su fama sigue aumentando.
Quizá esto os haga pensar que estamos ante una novela erótica más, pero esa etiqueta se le queda corta, aunque el sexo esté presente en prácticamente todas sus páginas. Y es que, lo que empieza siendo puro divertimento, adquiere una nueva dimensión cuando cada uno de sus amantes le agradecen que les haya cambiado la vida. Tras estar con Beverly, dejan a un lado sus malos hábitos, sus miedos, y se vuelven más felices, más ellos mismos.
«Se suponía que el sexo no tenía que ser para tanto, pero aquello sí lo era», dice al darse cuenta de su don. Y decide aprovecharlo para mejorar el mundo, ahí es nada. Pero no todos verán sus buenas intenciones, al fin y al cabo, solo tiene que practicar sexo. Y, por descontado, otros tantos querrán aprovecharse de su poder.
Para algunos, Beverly Sykes es un regalo del cielo, para otros, la entrada al infierno, la representación de una sociedad corrompida. Ni siquiera ella misma sabe definir su don, porque lo que le hace a los demás no se lo hace a sí misma: tan obsesionada está en cumplir los sueños de los otros que se olvida de cumplir los suyos.
De este modo, esta historia desenfadada se vuelve más profunda a medida que leemos capítulos, pues Autumn Christian sabe cómo sacar el máximo partido a la premisa y mostrarnos las aristas del sexo y el bien, más afiladas de lo que parecen a simple vista, para que seamos incapaces de salir indemnes de la lectura de Una bomba en mi interior. Por todo ello, el viaje de autoconocimiento de Beverly Sykes me ha resultado mucho más sorprendente de lo que imaginaba y, sobre todo, revelador. Una lectura que merece la pena.
El único pero que le puedo sacar a este libro es que, a partir de la mitad aproximadamente, las erratas acumulan (palabras que aparecen escritas de tres maneras distintas, falta de tildes, letras de más, errores de puntuación…), lo que me sacó de la lectura más de una vez, a pesar de que la historia me tenía cautivada. Así que, desde aquí, quiero hacer un llamamiento a la editorial Orciny Press: por favor, no descuidéis aspectos tan importantes como la corrección, es una pena que desluzca Una bomba en mi interior, de Autumn Christian, y el resto de las historias audaces a las que nos tenéis acostumbrados.