Una familia feliz, de David Safier
Querer a tu familia es casi una obligación. Tú vas caminando por la vida, vas haciéndote un pequeño nombre en este mundo lleno de bestias, pero tú tienes la obligación de querer a tu familia por encima de todo. Es como si tuvieras que ser “Una familia feliz” para que todo te vaya bien en la vida. Como si cada vez que ves a tu familia tuvieran que flotar corazoncitos rojos de tus ojos, como si nada pudiera enturbiar las relaciones con la gente con la que has vivido durante tanto tiempo. Querer a tu familia no es una obligación y quien diga lo contrario miente. Porque, como dice una de las protagonistas de este libro, no hace falta estar feliz siempre para ser feliz. Y yo añado, no hace falta estar feliz siempre con los tuyos, para ser feliz. Y si no me creéis, esperad un momento, que ahora mismo os cuento por qué la familia Von Kieren, a pesar de no quererse demasiado, es feliz.
Los Von Kieren no se soportan. Por eso, cuando volviendo de una fiesta a la que van disfrazados les cae una maldición y se convierten en los monstruos de los disfraces tendrán que encontrar la forma, juntos, de volver a la normalidad. Pero, ¿cómo pueden hacerlo si, juntos, lo único que hacen es discutir?
David Safier es astuto. Es de esos escritores que, con la que está cayendo, sigue sorprendiendo a propios y extraños con sus historias, mezclando realidad y ciencia ficción y, sobre todo, haciéndonos reír. Y es que no hay mayor antídoto para la salud mental que la risa. “Una familia feliz” recupera los mejores ingredientes de su primera novela, “Maldito karma” envolviéndolos en la vida de una familia que no se soporta, que discute con cada palabra que pronuncia pero que, sin embargo, se quieren a rabiar. Y es que así somos las familias ¿no? Nos peleamos, nos distanciamos, pero en el fondo nos queremos por encima de todo. Pero si algo tengo que destacar de este libro es la mala leche. Sí, habéis leído bien, la mala leche. Porque dentro de una historia que, aparentemente, puede ser una novela de humor como tantas otras, dentro de ella hay pequeñas perlas que destilan un humor negro que me ha hecho sonreír como hacía tiempo que no lo hacía. Aquí no buscamos la risa fácil, no se trata de chistes con los que reír a carcajada limpia, pero precisamente en eso radica su éxito. Es relativamente sencillo preparar unos ingredientes, hacer cuatro bromas tontas, y que la historia que se nos cuenta pase sin pena ni gloria. Pero David Safier sabe que, precisamente eso es lo que no nos gusta a los lectores. En un mundo literario donde cada día salen muchas historias, donde a cada momento podemos elegir uno u otro libro, ¿qué es lo que hace especial “Una familia feliz”? Sin duda alguna, la capacidad del autor por retorcer la realidad, por crear una historia fantástica que parezca real, por poner al lector a problemas cotidianos de los que se sale, como ya he dicho antes, con una sonrisa, con el humor que nadie, absolutamente nadie, debería perder.
Porque, al final, en esta fábula sobre quién es realmente un monstruo en esta vida, se me viene a la cabeza una frase de Vito Corleone: toda mi vida he luchado por proteger a mi familia. Porque de eso se trata en “Una familia feliz”, de proteger a tu familia, ya sea de la hipoteca como de un Dracula manipulador, o una momia obsesionada con el amor de su vida.
Quien no haya tenido problemas con su familia nunca que levante la mano. Si nadie lo ha hecho yo pregunto, ¿acaso no es mejor afrontar los problemas con una sonrisa que empeorarlo todavía más?