Nunca me han gustado los libros de autoayuda. No me gusta que una persona que no me conoce intente venderme la solución a mis problemas a base de frases prefabricadas y clichés de sobra conocidos. Y aunque no crea en la autoayuda, sí que creo en el poder terapéutico de los libros. Me explico. No creo que un libro de ese género pueda arreglar nuestros males, pero sí que creo que uno puede encontrar la solución a la mayoría de ellos a través de la lectura de determinados libros. Por eso quiero hablaros hoy de Una nueva felicidad, la primera novela de Curro Cañete.
Tuve la suerte de conocer a Curro en el Premio Planeta de este año. Hablándonos de su obra ya nos dijo que era un libro difícil de definir. Y una vez leído, tengo que darle la razón. Explicar qué es Una nueva felicidad no es tarea sencilla. No es una novela al uso, porque aunque hablemos de ficción, cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia, como bien empieza diciendo el autor. No es un libro de autoayuda, aunque su lectura pueda ayudarnos a quitarnos muchos de los miedos que nos cortan las alas diariamente. Tampoco es una historia de amor, aunque historias tan bonitas como la del autor y Chico de Ojos Azules ocupen parte de la trama. Y tampoco es una autobiografía, aunque el autor aproveche para contarnos parte de su vida. Una nueva felicidad es la vida de Curro Cañete, un periodista de éxito que un verano decide aislarse en Lanzarote para escribir su primera novela. Allí descubre de manera fortuita unas poesías escritas por su hermano, muerto diez años atrás. Lo que ocurre en ese verano le hace dar un giro a su vida, dejando atrás todos los miedos e inseguridades que le lastraban y marcándose un nuevo objetivo, buscar la verdadera felicidad, y de paso contarlo en un libro.
“En Playa Blanca descubrí que no me iba a morir. Se cumplió mi deseo. Y precisamente en eso, en el conocimiento de mi no muerte, comenzó mi verdadera vida.”
Hablar de la felicidad es complicado. Quizá todos creamos conocerla, pero muy pocos saben (o pueden) apreciarla en todo su esplendor. Algunos lo reconocerán, y otros probablemente no querrán hacerlo, pero todos tenemos ciertas taras, miedos o defectos que no nos dejan ser realmente felices. Y (casi) todos solemos guardar esas cosas en un cajón, haciéndonos creer que si no lo vemos no nos afecta, cuando sabemos perfectamente que la única forma de derrotar a los miedos es enfrentándonos a ellos. Y no por manida esta frase deja de ser una realidad que nos negamos a afrontar. Todos somos un poco como Curro Cañete; otra cosa es que queramos aceptarlo o no. Y ese es el punto fuerte de Una nueva felicidad, saber que el lector va a encontrar en cualquiera de sus páginas un espejo que refleja sus propias vivencias, o las de sus seres más queridos.
“A esa edad intuí dos cosas que nunca olvidaré: lo que uno desea hacer de corazón no puede ser malo digan lo que digan los demás. Y lo que uno deja de hacer por el miedo al qué dirán es una oportunidad perdida para ser feliz.”
Curro habla en el libro de su infancia, adolescencia y madurez con mucha naturalidad y cercanía, con una narración ágil y rápida que hace de la experiencia lectora un verdadero disfrute. El autor busca la felicidad y se documenta para su libro, y en esa búsqueda conocemos su vida cotidiana, sus amigos y amores, la importancia del Demian de Hermann Hesse en su vida… y sobre todo, nos vemos reflejados en sus vivencias. También conocemos el trabajo periodístico que tuvo que desarrollar para escribir ese libro. Coaches, psicólogos, profesores de yoga y meditación; todos intentan esbozar brevemente qué es la felicidad y cómo se puede conseguir, pero será el propio autor el que tendrá que llegar hasta ella, superando todo obstáculo que se presente.
Volviendo al tema inicial, creo que habiendo libros como Una nueva felicidad no se necesitan libros de autoayuda. Curro Cañete nos regala un canto a la vida, a la libertad y a la valentía. Una historia sencilla sobre los miedos que siempre nos acechan y que no siempre conseguimos vencer. Un libro que desgrana la vida de su autor, pero que refleja historias cotidianas en las que he reconocido a familiares y amigos. Y será a esos familiares y amigos a los que pienso recomendar que lean esta bonita historia. Porque ellos también merecen encontrar la felicidad.
“Consideramos que el cambio es malo porque nos sabe a muerte y a desaparición. Ignoramos que nuestras células cambian siempre y que gracias a ello –al cambio- estamos vivos, permanecemos. El cambio es renovación, una oportunidad. Porque la vida, al fin y al cabo, es siempre un continuo avance hacia delante”