En Vidas samuráis, la escritora Julia Sabina nos transporta a la ciudad francesa de Lille, lugar al que se muda la protagonista de esta historia, Maribel, quien recién graduada en Historia del Arte se traslada desde Madrid a Francia para llevar a cabo su tesis doctoral, dejando atrás su corazón roto y pocas posibilidades laborales. Sin embargo, que Maribel tenga que empezar en un nuevo país, dejando atrás el suyo propio, que deba aprender francés correctamente y hacerse entender, haga amistades nuevas, encuentre vivienda y encamine su tesis doctoral será como es de esperar, un camino arduo y lleno de aprendizaje personal.
Pues bien, esta novela me llamó la atención por dos motivos. En primer lugar, porque me pareció que aborda un tema fresco y de actualidad, los jóvenes talento que deben dejar España para marcharse a otros lugares en busca de oportunidades que aquí no pueden encontrar y en segundo lugar, porque a pesar de que yo personalmente no he vivido una situación como la de Maribel, siempre me siento atraída por las historias de personajes que tienen que crecer, que a lo largo del libro podemos apreciar que habrá un aprendizaje de los mismos, un camino hacia la madurez. En Vidas samuráis, Julia Sabina nos narra el primer año de nuestra protagonista en Lille, desde sus duros inicios compartiendo habitación de un hostal a las afueras de la ciudad junto a Paula, otra española treintañera dispuesta a todo con tal de conseguir su ansiada plaza de profesora asociada en alguna universidad pero tan enfrascada en su trabajo que no la hará sentir para nada acompañada, o sus múltiples peripecias con Madame Berlane, la huraña agente inmobiliaria con la que deberá luchar con dientes y uñas para lograr un apartamento decente. Maribel es un ejemplo de superación y a pesar de que se encuentra en situaciones en ocasiones bastante críticas, es un personaje con el que me he encariñado, me ha gustado especialmente porque a pesar de que en muchos momentos admite que es algo desgraciada y lo mucho que le está costando hacerse un hueco en Francia, no se regodea en la autocompasión sino que sigue luchando. Maribel aprenderá a aceptarse y a dejar de depender de los chicos, a admitir que está perdida, (pero como al fin y al cabo, lo estamos todos) y a darse cuenta de lo que verdaderamente desea para ir a por ello. Por lo visto, este libro parte de la experiencia autobiográfica de la autora, quien pasó 8 años en Francia viviendo en Lille, igual que Maribel. Debo decir que a pesar de que no tenía demasiadas expectativas sobre esta novela, me ha encantado, me he bebido esta historia, ya que la he leído literalmente en dos días, confieso que no podía parar, necesitaba acompañar a la protagonista en sus aventuras francesas. Por otro lado, destacar que la prosa de Sabina es ágil, es directa. Me ha gustado mucho ya que sentía que en todo momento esta historia me la estaba contando una amiga, pero sin perder en ningún momento la elegancia o la precisión en las palabras.
Asimismo, recomiendo Vidas samuráis a aquellas personas que se encuentren perdidas, que han perdido el rumbo, igual que a aquellos que se han marchado al extranjero y necesitan verse reflejados en una historia, estoy segura de que esta novela puede actuar como un bálsamo a esa necesidad. O simplemente la recomendaría a aquellos que deseen leer una historia adictiva pero de calidad, tejida con especial frescura, la cual te mantiene enganchado a las páginas, siendo así testigo del interesante crecimiento personal de los personajes y de la propia historia.