A ver, ¿por dónde empiezo? Porque Voces en la ribera del mundo, de Diana P. Morales, no es una novela sencilla de explicar. Creo que lo mejor es que transcriba la información que aparece en la primera página para poneros en situación: «En la segunda mitad del siglo XXI, cinco naves de la NASA parten de la Tierra para buscar planetas y vida extraterrestre: el Proyecto Paradiso. Esta es la historia de las personas que viajaron en esas naves —y de quienes quedaron en la Tierra— hasta su regreso».
A partir de ahí, trece relatos autoconclusivos y un epílogo que se unen como piezas de un puzle. Seres humanos de distintas razas, condiciones sexuales y capacidades, unas cuantas inteligencias artificiales y algún que otro extraterrestre protagonizan estas historias que nos muestran desde diferentes perspectivas un planeta Tierra amenazado por el cambio climático, las guerras y una pandemia; en definitiva, por la dejadez supina y ambición desmedida de los seres humanos. Y un meteorito se acerca, para aniquilar toda esperanza de redención o supervivencia. Lo que más me ha llamado la atención es que, ante tal diversidad de personajes, para mí, los más humanos —entendiendo humano como sensible y compasivo con las desgracias de otros— son las inteligencias artificiales, los extraterrestres y aquellas personas no neurotípicas, que, a priori, suelen parecernos más distantes. Y, por supuesto, he odiado a esos otros que solo piensan en su bienestar, aunque suponga condenar a sus vecinos, a su país, al planeta entero. Inevitablemente, me venía a la cabeza la frase «solo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta de que no puedes comer dinero».
No es una visión muy halagüeña, pero Diana P. Morales va intercalando relatos con una fuerte carga cómica para aligerarnos el camino por este mundo apocalíptico. El cambio de tono y de estilo narrativo es una constante en Voces en la ribera del mundo, lo que hace que el ritmo no decaiga y que los lectores pasemos constantemente de la risa al cabreo, para acabar con el corazón encogido. Es esa clase de libros que se disfrutan como lector y que se admiran como escritor.
Voces en la ribera del mundo es una novela terriblemente verosímil. Aunque puede catalogarse como ciencia ficción, muchos de sus elementos ya los estamos viviendo y otros no parecen muy lejanos, lo que nos hace conectar emocionalmente con las historias, sentir que un día seremos nosotros los que nos quedemos esperando a que unos héroes descubran un planeta habitable y nos den una segunda oportunidad para seguir adelante o, quizá, seamos los que estemos dispuestos a arriesgar nuestra propia vida para que la humanidad sobreviva.
Diana P. Morales dedica esta novela «… a quienes no encajamos del todo en este mundo. Que nunca nos falte la esperanza y el ánimo para intentar mejorarlo… o para crear otro». Si os identificáis con estas palabras, no os la perdáis. Os hará sentir que no estáis solos, que hay muchos más como vosotros. Y solo por eso aún hay un rayo de esperanza de que la Tierra no acabe como nos la describe Diana P. Morales en Voces en la ribera del mundo.
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