Y: el último hombre 1, de Brian K. Vaughan, Pia Guerra y José Marzán Jr.
La ciencia ficción es ese género en el que nos podemos encontrar temas que no nos encontramos en otro tipo de literatura: viajes en el tiempo, virus con poderes letales para la humanidad, universos paralelos, vidas pasadas y futuras, razas alienígenas que vienen a colonizarnos. Y en algún momento, cuando ya todo eso lo tenemos muy visto, llega una idea nueva que viene a dar otra visión a lo que conocíamos hasta ahora. Para mí, que me enorgullezco de leer todo tipo de cosas, encontrar algo con una premisa nueva, es sinónimo de satisfacción y casi diría que regocijo, cuando después de mucho tiempo ya he leído las mismas historias, una y otra vez. Hete aquí un nuevo punto de partida que remueve la ciencia ficción, una vez más. Porque puede achacársele muchas cosas a este volumen de “Y, el último hombre” pero lo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo, una vez leída esta reseña es que su historia, al menos, tiene ese punto de novedad que todo buen amante de las novelas de ciencia ficción, o de las novelas gráficas por ponernos más concretos, espera encontrar después de mucho dar rodeos a historias que ya son conocidas. Esta no es una más. Y a eso vamos.
La vida en el planeta sigue su curso hasta un momento en el que, por causas desconocidas, todos los hombres de la Tierra mueren. Todos menos uno: Yorick, que tendrá que enfrentarse a un mundo dominado por mujeres. ¿Cuáles son sus propósitos? Él quiere recuperar a su novia, pero todo el mundo quiere saber por qué es el único superviviente, y así poder repoblar el planeta, o cazarle como si de un ciervo se tratase.
El camino hasta llegar al final de este primer volumen de la historia de Yorick tiene momentos impagables que hacía mucho tiempo que no encontraba en una historia de ciencia ficción. El argumento fácil a la hora de establecer un público para esta novela podría ser tirar del lado feminista, de una crítica al poder falocéntrico que tanto abunda hoy en día, y tendríamos en parte razón, porque muchos de los diálogos que pueblan esta novela gráfica tienen que ver con ello. Pero eso no me parece lo más importante, sino lo bien armada que se encuentra una historia que, como me ha sucedido a veces, podría verse desarmada en sus formas después de unas cuantas viñetas. Eso no sucede aquí. No sólo porque es una introducción bien hilada de lo que está por pasar en esta serie, sino porque el ritmo no decae en ningún momento, haciéndonos observar, desde lejos, cómo sería un mundo en el que el caos reina y sólo unos pocos están dispuestos a mantenerlo a flote. ¿Momentos impagables, he dicho al principio? Sí, los hay. Desde la aparición de una morena potente que recoge los cadáveres de hombres para venderlos, desde las Amazonas, un grupo de mujeres que intentan luchar contra el opresor, el hombre, el hasta entonces amo y señor de toda la extensión de tierra habida y por haber, y, desde luego, ese momento en el que dos de los personajes tiemblan de miedo ante una panda de republicanas armadas que buscan ocupar la Casa Blanca. “Y: el último hombre” es ironía, señores y señoras, y eso es algo tan bueno que nadie debería perdérselo.
Pero si se trata de dar buenas razones, diré que la obra de Brian K. Vaughan, Pia Guerra y José Marzán Jr., bebe de esos futuros apocalípticos que tan de moda se han puesto últimamente, pero introduciendo un elemento poco común: las reflexiones sobre lo que sucedería si, por arte de algo completamente desconocido, los hombres desaparecieran del planeta. ¿Cómo sería el mundo? ¿Estaríamos preparados para ello? ¿Sería un mundo mejor, peor, o quizá, simplemente diferente? Sin duda, ya lo he dicho antes, hay mucho telón de fondo que algunos analíticos, entre los que me encuentro, podrían sacar de su lectura: la redefinición de feminismo, la fuerza de la masculinidad de nuestros días y la falta de sentido de la misma, y sobre todo, que me parece lo más importante, es que al final, por mucho que lo neguemos, no somos tan diferentes como pretendemos. Pero más allá de eso, estamos ante una historia divertida, una historia desenfrenada de comentarios sátiros ante la política, ante el stablishment que han creado unos pocos a costa de todos nosotros, y una buena historia de ciencia ficción que, como si de un giro de esos de 180º que te dejan descolocado, te hacen plantearte cómo se desarrollarán los acontecimientos más adelante.
La vida de nuestro protagonista, Yorick, está a punto de cambiar. Sólo que no sé si a mejor o a peor. ¿Lo descubrís conmigo?
Muy buen comentario me parece interesante y cautivante