Reseña del libro “¡Yo soy Montijo! La conspicua vida del conde contada por él mismo”, de Joaquín Planchuelo
Hay personajes que, a pesar de la relevancia que han tenido para la historia de un país, no son conocidos popularmente por los habitantes de este. No es que caigan en el olvido, pues probablemente las personas con más conocimientos de historia hayan oído hablar de ellos en mayor o menor medida, pero no forman parte de la denominada “cultura popular”. Esto sucede con Eugenio Eulalio Palafox Portocarrero, conde de Montijo.
Soy Eugenio Eulalio Palafox y Portocarrero, pero para todos los que me trataron, ya me apreciasen o me detestasen, fueran amigos o enemigos, y para la Historia, esa ramera de elevado precio, solo un nombre baste:
¡Yo soy Montijo!
En “Yo soy Montijo” su autor nos narra, con una pluma fascinante de la que hablaré un poco más adelante, la vida del conde de Montijo, desde su nacimiento en 1773 hasta su muerte en 1834. De hecho, diría que hasta algo después de su muerte, porque pese a estar la narración realizada en primera persona por la voz del conde, el libro cuenta con un epílogo y un segundo epílogo cuyo contenido no voy a desvelar para no arruinarles la experiencia a los futuros lectores.
Con una fidelidad histórica y una atención a los detalles que hace casi imposible para el lector discernir si lo que esta leyendo es biografía o ficción, nos vamos adentrando poco a poco en la vida de este curioso personaje. Erudito, conspirador, contrabandista, masón o militar son algunas de las muchas facetas que Eugenio encarnó a lo largo de su vida, y casi todas ellas tuvieron impacto en el desarrollo de la historia y la política españolas de finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Por poner algunos ejemplos, las acciones del conde de Montijo fueron decisivas en la destitución de Godoy o el motín de Aranjuez.
Algo que me ha sorprendido muy gratamente de esta novela es que, pese a sus casi 600 páginas y su lenguaje de época, se lee de manera ágil y muy amena. El autor ha conseguido combinar de manera magistral esos dos factores con una narrativa tremendamente interesante y muy bien hilada, que sumerge al lector en los entresijos de la sociedad de 1700-1800. En más de una ocasión he ido a leer solo unas páginas y he acabado sumergida completamente en la trama. En este sentido para mí el libro es impresionante.
Por último, mención especial a la labor de documentación que ha realizado el autor, no solo sobre los hechos históricos, sino sobre las personalidades, historias y títulos de cada uno de los personajes (principal y secundarios) que aparecen en la novela. Su arduo trabajo nos permite “viajar en el tiempo” y poner voz y rostro a cada uno de ellos.
En resumen: una lectura muy recomendada tanto para los amantes de la historia que quieran seguir explorando sus entresijos como para aquellos que quieren empezar a conocerla.