Reseña del manga “Yume no Q-Saku: Los sueños de Maruo”, de Suehiro Maruo
Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo es una antología de 15 relatos publicados en la década de los 80 del siglo pasado y que ECC Comics nos trae ahora en formato rústico..
200 páginas en blanco y negro con ilustraciones y guión de Suehiro Maruo, un autor que no se corta un pelo a la hora de escribir sobre sus sueños eróticos que pueden ir, desde los que incluyen orgías y sadomasoquismo hasta los que acaban en cenita especial after sex consistente en ingerir los excrementos de quien te acompañó en el juego.
Sorprendente no es la palabra que yo utilizaría para describir este recopilatorio de relatos porque Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo es mucho más que eso, es un viaje alucinante (o de alucinógenos) a lo más profundo de la mente de un autor que se atreve con todo.
Imagino que la censura en Japón estuvo presente en la edición de las ilustraciones ya que todos los órganos sexuales que aparecen en ellas (y créeme si te digo que son unos cuantos) están levemente disimulados: pierden algo de forma, le falta alguna parte o aparecen totalmente blancos, casi como para que se pueda confundir con otra cosa y que nadie pueda llamarles la atención.
De las 15 mini historias que aparecen en Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo, tenemos algunas que te ponen los pelos de punta, porque además de la denuncia social que hace, te regala imágenes que no vas a poder olvidar fácilmente. Pero ¿de qué tratan realmente?.. intentaré explicarlo.
Esos sueños sexuales más oscuros, los que casi nadie se atreve a reconocer que tiene… esos son los que toman vida entre estas páginas. ¿Alguien en la sala al que le atraiga la idea de ser forzado sexualmente por varias personas a la vez?… hay un relato para tí. ¿Tu sueño es practicar juegos de cama con un lindo can? pues también te lo pone en imagen.
¡Qué sabe nadie lo que a cada uno gusta hacer en la intimidad! ¿Puede resultar obsceno, raro, extraño? ¡Claro que sí!, pero sobre gustos y apetencias aún no se ha escrito suficiente (tus deseos quedan entre tú y tus pensamientos más íntimos).
La verdad es que, con alguno de los relatos de Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo, me he sentido algo incómoda, pero con otros he pasado sólo por un pensamiento tipo: ¿de verdad acabo de leer lo que acabo de leer?… ha sido una experiencia entre lo prohibido y lo asqueroso que no tiene nombre. Extrañamente divertido comprobar mi nivel de tolerancia. Ha sido como espiar por una cerradura el dormitorio del vecino, ese que tiene cara de buena gente y que luego resulta ser un poquito depravado.
Algunas de las imágenes me han traído a la memoria escenas ya vista en otros cómics, como los de la saga Crossed, de Garth Ennis y Jacen Barrows (Panini Cómics), donde también encontramos violencia y sexo a partes iguales.
Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo no es un manga para todos los públicos y creo que ECC Cómics debería hacerlo notar en la portada del mismo, como hacen en las obras musicales con contenido no apto para menores, un parental advisory quiero decir. Así, algunas almas puras que se acerquen a él con curiosidad por esa portada tan colorista, tan tecno pop y con Salvador Dalí y su abanico en ella, no se asusten al pasar sus páginas.
Eso sí, para los que no tengan miedo a nada, para los que no tengan límites…este manga, Yume no Q-Saky: los sueños de Maruo, no les va a parecer mala opción, porque al final, todo depende del cristal a través del que se mire.