B. Traven. Retrato de un anónimo célebre, de Golo
Una novela gráfica que reconstruye la biografía del más misterioso de los escritores.
La nave de los muertos es un libro fantástico, una gran novela que combina una aventura trepidante con una amarga denuncia de la manera en que los estados modernos asfixian nuestra individualidad, reduciéndonos a un puñado de documentos de identidad. Cuando la leí me sorprendió la pasión con la que B. Traven, su autor, narraba la historia del marinero Gegard Gales, pero la mayor sorpresa llegó cuando quise saber algo sobre la vida del escritor o, mejor dicho, sobre sus vidas.
B. Traven no es el único escritor del que apenas se sabe nada a ciencia cierta. Es uno de esos “escritores invisibles”, como Salinger, Pynchon o, más recientemente, Elena Ferrante. No conceden entrevistas ni conocen fotografías suyas, se ignora dónde viven y todo el contacto con el mundo tiene lugar a través de un intermediario, habitualmente su editor
Pero el caso de Traven es especial; no es que careciese de una identidad pública, es que tenía muchas, y probablemente todas falsas: apareció de la nada y obsesionado por la idea de que sus libros debían hablar por sí mismos —o huyendo de algún oscuro episodio de su pasado—, él mismo se encargó de levantar una cortina de humo sobre su identidad y su origen.
B. Traven es el nombre con el que un escritor en lengua alemana afincado en México firmó sus novelas, escritas entre 1926 y 1963. A partir de ahí, lo demás es conjetura. B. Traven podría ser Bruno o Bernhard Traven, nacido en 1882 en Alemania o en Polonia, o quizá en 1880 en Chicago. La mayoría de las versiones le sitúan en Baviera a partir de 1907, trabajando como actor de teatro, escritor y periodista bajo el nombre de Ret Marut. Anarquista militante, fundó la revista Der Zielgelbrenner, desde la que gracias a sus incendiarias proclamas se convirtió en una pieza importante de la proclamación de la República Soviética de Baviera.
La aventura anarquista de un estado independiente en el corazón de Alemania apenas duró los seis meses que tardó la República de Weimar en decidirse a enviar a los Freikorps (un nutrido cuerpo paramilitar que años después se convertiría en las SA nazis) a aplastar la rebelión con la mayor crueldad posible. Huyendo de la sangrienta represión, Ret Marut escapó de Alemania. Detenido en Inglaterra en su camino hacia América, declaró que en realidad era Otto Max Feige, polaco. Una vez comprobada esta identidad por la policía, fue liberado en 1924. Entonces acudió al consulado estadounidense para solicitar un pasaporte, alegando haber nacido en San Francisco. Se le denegó y la pista de Ret Marut y Otto Feige se perdieron para siempre.
Existe constancia desde 1924 de la residencia en México de un ingeniero norteamericano de ascendencia danesa llamado Berick Traven Torsvan, un gringo que vive aislado cerca de Acapulco y que casi con toda seguridad era B. Traven, aunque eso no aclararía su origen, ni tampoco otras muchas dudas.
Por ejemplo, muchos estudiosos afirman que las novelas de Traven y los artículos de Der Zielgelbrenner, están escritos por la misma persona, y las fotografías conocidas de Marut, Feige y Torsvan tienen cierto parecido. Sin embargo, las novelas de Traven están plagadas de americanismos y demuestran un profundo conocimiento de la cultura y las tradiciones mexicanas, lo que no encaja con un inmigrante europeo recién desembarcado que ni siquiera habla español. Por otra parte, los supuesto originales en alemán y sus traducciones al inglés —¿o quizá serían estos últimos los originales, si resulta que Traven era estadounidense?— presentan grandes diferencias y en los primeros aparecen fragmentos que no existen en los segundos y viceversa. ¿Tendrán razón quienes afirman que B. Traven eran varias personas?
Estos y otros misterios han creado un aura de misterio alrededor de Traven que, lejos de preservar su intimidad como él deseaba, ha fascinado a muchos de sus lectores tanto o más que sus novelas. Otra de las víctimas del misterio de B. Traven es el ilustrador Guy Nadeau, “Golo” —un dibujante francés afincado en Egipto trabajando en la biografía de un escritor alemán o estadounidense que vivió en México, no está mal—.
La idea de crear una novela gráfica sobre la vida de B. Traven es realmente atractiva pero, ¿cuál de sus biografías escoger? Y lo más complicado, ¿cómo rellenar las lagunas? Golo ha tomado una decisión muy ingeniosa: ha reunido los pocos datos seguros y las hipótesis más aceptadas y ha rellenado los muchos espacios en blanco con las vivencias de los personajes de las novelas de Traven. Por ejemplo, para explicar su llegada a México desde Europa ha tomado la aventura del marinero Gerard Gales a bordo de La nave de los muertos. Una decisión ingeniosa y probablemente acertada, pues es más que probable que en sus novelas Traven hubiera puesto bastante de su experiencia personal.
También la parte gráfica recrea el abigarrado universo de la obra de Traven, que recuerda al de otros escritores de novelas de aventuras como Karl May o Jack London. Con un logrado aire de cómic clásico, combinando el color y el blanco y negro, los recuerdos y los sueños, Golo retrata la tristeza la de Europa de entreguerras y la luminosa alegría de México.
Desde la Revolución de Noviembre y el asesinato de Rosa Luxemburgo a la lucha junto a los indígenas de Chiapas para mejorar sus condiciones de vida, desde el rodaje de El tesoro de Sierra Madre —basada en una novela suya— junto a John Huston y Humphrey Bogart al acoso de la prensa para descubrir su identidad, Golo pone imágenes a la vida de un hombre comprometido con las causas perdidas y fiel a sus principios que, a pesar de querer pasar desapercibido, terminó participando en buena parte de los acontecimientos más apasionantes del siglo XX.
