“El rojo me gusta hasta en el paladar”
Los Reyes Magos nos traen un encuentro con Sara Morante, ilustradora de trazo muy personal y sello en rojo. Sara Morante explora y perfila los confines de los laberintos y los ilustra para nosotros. Los zapatos rojos, Diccionario de literatura para esnobs, Señal, La flor roja son algunos de sus últimos trabajos. Y además ejerce de comisaria de la exquisita exposición Rara Avis que se puede visitar hasta el día 28 de enero en Vitoria y en http://raraavisexpo.blogspot.com/
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Eso de verde que te quiero verde contigo habría que cambiarlo a rojo que te quiero rojo…
El rojo es un señor color. Tengo trabajos a cuatro tintas que dan buen resultado. Siempre disfruto mucho del proceso porque utilizar muchos colores es algo prácticamente nuevo para mí. Además esto entraña cierta dificultad. Generalmente la edición y el texto parece que piden algo más de color. Pero no puedo evitar ver los dibujos de un texto, cuando hago una primera lectura antes de ilustrarlo, en negro, rojo y blanco. No quiero autolimitarme, me apetece probar otros colores, aunque irremediablemente siempre volveré al rojo. No se necesita mucho más que el negro y el rojo además del blanco que queda entre ellos.
El color rojo parecer ser parte de tu sello personal. Rojo es sangre: vida y muerte. Rojo es fuerza esencial. Rojo es todo. Y además en tu caso es el tercer complemento de un dúo blanco y negro. Deliremos sobre el rojo…
¿Quieres que delire más aún? ¿No te basta con mi respuesta anterior?
Seamos monstruosamente delirantes
Veo que te va el delirio encarnado, monstrua. Pues bien, el rojo está en la herida, y también en el rubor de la pasión. El rojo está en la sangre y en los labios, y aunque parezca que hablamos de emociones distintas, en realidad siempre estamos hablando de lo mismo: es la vida misma. Esto es sólo un intento de explicar por qué utilizo el color rojo, llevada por ese empeño tuyo en que me entregue al delirio. Pues es todo mucho más sencillo: el rojo me gusta hasta en el paladar. No lo puedo explicar, es un color que me agrada simplemente con verlo, y cuando llego a casa con una nueva marca de tinta china, de color rojo (una que parece más opaca, otra que es más transparente, otra que es resistente al agua,…) el simple hecho de esparcirla con el pincel o la plumilla sobre el papel, manchar el papel, malgastar el papel, eso ya me proporciona un extraño placer. Pero, insisto, es más fácil de lo que parece. Simplemente me encanta ese color, y no encuentro esto en ningún otro color.
Imaginemos que los humanos viérais todo en eso tres colores: blanco, negro y rojo. ¿Cómo cambiaría la visión? Me interesa porque soy una monstrua azul y a lo mejor así no me perseguirían…
Quien persigue lo hace viendo en tres colores y también en tecnicolor, querido monstruo. Da igual el color en que vea las cosas. Aléjate de quien te acose.
Sobre lo de verlo todo en tres colores… Yo no sé… no estoy tan segura de que cambiaría para siempre los colores que veo, sus matices, por los tres que aparecen en mis dibujos.
Quien canta, su mal espanta. ¿Y quien dibuja…?
Crea, se divierte, canaliza, disfruta, inventa, reinventa, trabaja, duerme poco, factura, tributa, cotiza, se enfada, se frustra, sonríe, llora, grita, rompe, comienza, prueba, fracasa, aprende, comienza de nuevo, gusta, se gusta, aprende.
Dibujar para entender la enfermedad con La flor roja, el deseo, con Los zapatos rojos; las heridas, con Señal y lo que aparentamos, con el Diccionario. Dibujar para ver mejor. Si los humanos vieran mejor, ¿qué entenderían?
En condiciones normales, los humanos tenemos una excelente vista, así que el entendimiento no depende de eso. Es más bien un tema de visibilidad y de lo que nos ponemos delante para no ver bien. Si desarrollo más esta idea ya me meto en camisas de once varas, y no es mi campo.
En un primer momento, el dibujo no es una forma de entender. Primero se intenta explicar lo que se entiende. Luego, lo que se cree entender (esta es la parte de la fabulación que hay en el trabajo de un ilustrador). Los dos pasos anteriores se quedan cojos, y entonces es cuando hay que comprender bien. Finalmente toca entender. Este es el proceso de un libro, según mi experiencia. Siempre hay una parte en la que se intenta profundizar en la historia, en los personajes, en el contexto que los rodea o en las emociones que sienten en ese momento. A veces es la labor de documentación que hay en todo libro ilustrado, y otras, simple curiosidad que no siempre se proyecta en el trabajo final, pero no me digas que esto no es disfrutar de una historia…
Soy una monstrua, dibujo monstruosamente, pero lo hago porque me gusta. Dibujar garabatos en el aire es algo muy divertido.
Pues yo, que no soy una monstrua pero a veces lo parezco, no suelo dibujar garabatos. Ni hago dibujos bonitos mientras hablo por teléfono, ni tengo cuadernos de viaje, ni dibujo en una moleskine en la parada del autobús. No tengo tanta suerte, me encantaría poder dibujar en cualquier sitio, pero solo lo puedo hacer en mi casa, sin gente alrededor ni otras distracciones. A veces esto es frustrante, porque realmente me gustaría poder dibujar en cualquier sitio, como simple entretenimiento, pero me cuesta mucho concentrarme, y no sé dibujar si no estoy sumergida en la tarea. Veo cuadernos de viaje de otros ilustradores realmente alucinantes. Es un reto que me he propuesto, en cuanto encuentre un rato libre.
Vamos a dibujar el 2012…
El 2012 va a estar lleno de muñecas que ahora mismo está escribiendo la gran Patricia Esteban Erlés. También va a haber damas, y señoras (que no son lo mismo). El 2012 lo empiezo con unas rara avis que no he dibujado yo, con una especie de cadáver exquisito que sí que dibujaré (en un precioso cuaderno chino de papel continuo) y con papel pintado.
También habrá caballeros, y señores (que no son lo mismo). En el 2012 habrá algún deseo cumplido, una exposición de originales y unos cuantos autorretratos sobre papel de algodón, y también habrá flores, ortigas, zarzas y damascos sobre tela (lo de todos los años) Y sobre verjurado y caucho y linóleo. Y habrá litografía, espero, como todos los años. Este 2012 espero hacer muchas cosas, además de libros. Todos los años me digo lo mismo, pero esta vez me lo he propuesto en firme. Necesito probar distintos soportes, y dibujar en distintos contextos.
Título: Los zapatos rojos
Autor: Hans Christian Andersen
Ilustraciones: Sara Morante
Traducción: Enrique Bernárdez
Editorial: Impedimenta
Páginas: 72
Precio: 15,60 €
ISBN: 9788415130239
Los zapatos rojos, el cuento clásico de Hans Christian Andersen ilustrado por Sara Morante en una traducción de Enrique Bernárdez, nos cuenta la historia de una niña que se enfunda unos zapatos que la conducirán a vivir situaciones en las que el deseo será su amo. Es un libro de siempre para siempre, que hace parte de nuestra cultura occidental, imprescindible en cualquier biblioteca familiar. Es de esos libros que puede gustar a todos, tengan la edad que tengan y se mantiene atemporal. Además la edición está muy cuidada y las ilustraciones invitan a soñar y dejarse llevar al mundo de los cuentos encantados.
¡Fantástica entrevista! Me habéis arrancado la sonrisa, y se ha ido haciendo más grande a medida que la iba leyendo. Sorprendentes tus preguntas, Booky, y fenomenalmente contestadas por Sara. Ya le había echado el ojo a este libro, que todo lo que sea Andersen o Grimm parece que me llama. Pero ahora siento más curiosidad.
Besotes!!!
Es verdad, es una entrevista muy divertida y está bueno entrar en los detalles, que con un color pueda surgir una entrevista y una filosofía de vida; felicitaciones!