Mujeres en pie de paz, de Camen Magallón
Opinión: Madres y Abuelas de la plaza de Mayo de Argentina, Viudas de Guatemala, Madres del Salvador, Mujeres de Negro de Israel. etc…, movimientos aparentemente espontáneos e inofensivos, que tras la lectura de este libro he descubierto que son grupos bien organizados y no carentes de fuerza política.
Parece que últimamente unos libros me van llevando a otros como una rueda imparable. En esta ocasión han sido los libros ya reseñados “Hierba Mora” y “El Señor Pip”, los que me ha llevado a interesarme por cual ha sido el papel de las mujeres en la historia en general y en la historia bélica de la humanidad en particular.
De entre todo lo que he leído he encontrado muchísimas cosas interesantes, pero hoy quiero hablaros del libro titulado “Mujeres en pie de paz”. Y como ya sabéis que soy dada a meterme en terrenos pantanosos ahora me decido a adentrarme en una extraña aventura, (para mí), de reseñar este interesante ensayo de Carmen Magallón Portolés.
Nos dice esta autora y Directora de la Fundación Seminario de Investigación para la paz (Fundación SIP), que las mujeres no son mejores ni más pacíficas que los hombres pero han tenido y tienen un importante protagonismo en la causa de la paz.
Yo, como todo el mundo, sabía de las Madres y Abuelas de la plaza de Mayo de Argentina, de la Viudas de Guatemala, de las Madres del Salvador, de las Mujeres de Negro de Israel, movimientos aparentemente espontáneos e inofensivos. Pero tras la lectura de este libro he descubierto que son grupos bien organizados y no carentes de fuerza política.
Y de estas mujeres que han tenido un papel tan importante es de lo que nos hablará la autora, porque muchos de nosotros conocemos a algunos de estos grupos como colectivos, pero ella llegará al detalle personal; claro, Carmen ha tenido la oportunidad de conocer a muchas personalmente, escucharlas y trabajar con ellas; y es por ello que en su libro va más allá de la mera exposición y nos hará partícipes de detalles y anécdotas que nos harán sentirnos más cercanos a ellas y a su causa: La paz.
Grupos de mujeres que se organizan y que han sido capaces de cambiar, con su valentía y actitud, el devenir de muchos conflictos armados. Mujeres a la sombra que ya, desde mitad de la Primera Guerra Mundial, y tras reunirse en La Haya para proponer una salida negociada al conflicto, han logrado ir influyendo en las decisiones de los gobiernos.
Y Carmen nos habla de esos grupos conocidos pero también de otros no tanto, como el Campamento de Mujeres de Greenham Common que en los años ochenta, en plena Guerra Fría, que fuera fuente de inspiración para el conjunto del movimiento pacifista antinuclear, o de la Ruta Pacífica de las Mujeres Colombianas que es una propuesta política-feminista que trabaja por la terminación negociada del conflicto armado en Colombia, y por la visibilización de los efectos de la guerra en la vida de las mujeres. Algunas de ellas ya han dejado su vida en este intento.
La autora reserva una parte del libro para hablar, desde la experiencia, y con ejemplos muy significativos, de la participación de las mujeres en las mesas de negociación de la paz, iniciativa que fue impulsada en el año 2000 por la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Una Resolución que hay que dar a conocer y que se ha convertido en un punto de unión para todos estos grupos de mujeres que lo están dando todo, incluso su vida, por la construcción de la paz.
La adopción de la Resolución 1325 se debió al esfuerzo y la presión de este tipo de organizaciones no gubernamentales que entendían que abordar el tema de Mujer y Paz era ya imprescindible, ya que, aunque los temas relacionados con la Mujer, la Paz y la Seguridad, habían sido incluidos en varias resoluciones anteriores de la ONU, ninguna había tenido la importancia de la 1325.
Diez años han pasado desde su aprobación, y en estos diez años yo no he visto mucha transformación. Otros y otras son más optimistas, como la propia autora, pero creo que ya nunca podré olvidar este número, 1325, que irá siempre unido, para mí, a unas mujeres valientes a las que he conocido un poco más de cerca.
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos” (Martin L. King).
Pues habrá que seguir intentándolo.
Y más en un día como hoy, 25 de Noviembre:
En diciembre de 1999, la 54ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó otra Resolución, la 54/134 en la que declaraba el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El origen del 25 de noviembre se remonta a 1960, año en el que las tres hermanas Mirabal fueron violentamente asesinadas en la República Dominicana por su activismo político. Las hermanas, conocidas como las “mariposas inolvidables” se convirtieron en el máximo exponente de la crisis de violencia contra la mujer en América Latina. El 25 de noviembre ha sido la fecha elegida para conmemorar sus vidas y promover el reconocimiento mundial de la violencia de género.
Fuente: UNIFEM * (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer)
“La violencia de género es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. Mientras continúe, no podemos afirmar que estemos logrando progresos reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz”.
Kofi Annan
… Y susana Hernández
… Y Librosyliteratura.es
¿QUIÉN TE ROBO LOS SUEÑOS?
¿Quién te robó los sueños
mientras dormías,
y con mano firme
sujetó las riendas de tu agonía?
¿Quién hizo de su capa un sayo,
y con la tuya prepara
la triste mortaja que te regala?
¿Dónde está el ladrón de sueños?
¿Dónde el dictador infame?
¡ Despierta
mujer,
despierta !
Y sal corriendo a la calle,
aléjate mientras puedas
de un asesino cobarde.
Susana Hernández
Los ensayos en general son libros interesantes y este tambien lo parece, pero por la reseña parece que quiere abarcar demasiados problemas y cuando se pretende abarcar mucho ya se sabe lo que pasa no se profundiza en nada.
Un saludo
Hola Pepe!
Estamos hablando de un tema ya de por sí bastante amplio, la autora nos presenta a grupos de mujeres que han trabajado por la paz, a mujeres a las que personalmente conoce y que trabajan y lo están dando todo por la paz; y profundiza más ampliamente sobre la famosa resolución 1325.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo!
Siempre es un placer leerte. Combinas el ser escritora con la inquietud y curiosidad por las cosas. Me ha gustado mucho esta reseña tan instructiva, y querida, la poesía dedicada a la mujer víctima de la violencia de género … clap, clap, clap.
😀
Como siempre una gran reseña y como siempre tomo buena nota de tu recomendación.
Un tema muy interesante.
Un besico.
Ana
Querida Icíar!
Gracias.
Es fácil hacer un poema cuando todo es pura comunicación de sentimientos.
¿Porqué tus comentarios hacen que luego me sienta tan bien? El tema es serio para hacer risas claro, pero no puedo dejar de decirte que tienes razón, y una parte de mí (que además no es la mejor), la de escritora, es muyyyyy vanidosa, jajajjaja.
Un besico amiga!
Encontré vuestro blog…y lo leí de arriba abajo..comentarios geniales, que hacen a uno seguir pensando que no hay nada mejor que un buen libro!
Bsos
Ana, tienes razón el tema es interesante y este libro me ha gustado mucho porque se me ha hecho muy cercano. Seguro que te gustará.
Gracias amiga!
Un besico!
Hola J&M!
Cómo me alegra que te haya gustado nuestra “casa”, espero que te sigas pasando siempre que te apetezca o siempre que tengas que elegir una lectura.
Un fuerte abrazo y gracias por tu comentario!
Susana:
hermosa reseña y precioso tu poema. Llego con retraso a leerte, pero me ha gustado mucho enterarme de lo que trata el libro…alguna vez leí que una mujer dijo que si nosotras gobernáramos el mundo no habría guerras (¿qué mujer quiere dejar ir a sus hijos a ser masacrados?), podemos aguantar más con tal de tener a la familia reunida. Saben, que en la guerra quedarán más desprotegidas y que sus hijos pequeños también serán los primeros en morir.
Sin duda, me apunto el título del libro ¡gracias por presentarme libros tan interesantes!
un beso,
Ale.
Muchas gracias Ale!
Es cierto, las mujeres sabemos que en las guerras siempre llevamos la peor parte, y comprendendemos que los “señores de la guerra” nunca estarán en primera línea con nuestros hijos.
Hoy era un buen día para hablar de mujeres y paz.
Un besico!