¡Vivir!, de Yu Hua
La felicidad es un trayecto, no un destino…, esta era a la conclusión, le decía a mi “madrina antivicio”, a la que me estaba llevando este libro. No recordaba de quién era esta frase, pero seguro que es de alguien, a mí no se me ocurren cosas tan brillantes y profundas, pero es que además ¡Quedan tan pocas cosas brillantes por decir! En realidad lo que queda en este mundo es escuchar, comprender, hablar, leer, ¡vivir!; pero decir, lo que se dice decir…, yo creo que todo está dicho.
Yo no quiero hablarles mucho de lo que cuenta el libro, descúbranlo ustedes mismos, y como seguro que ya han leído alguno de los que les hablo en el párrafo anterior contarles que como en todos ellos hay un protagonista curioso, que en este caso se llama Fugui, único descendiente de una buena familia que, heredero tras heredero, malgastó y dilapidó todo su patrimonio en burdeles y vida licenciosa, pero sobre todo en el juego, y será junto a él como recorreremos la historia de este gran país o territorio.
Conoceremos, sin entrar en mucho detalle y con una agilidad increíble, el derrocamiento del último emperador Qing y el nacimiento de la República China y nos hablará de esos famosos trajes que usaba Sun Yat-sen, primer Presidente de la República y de cómo fue su vida hasta la Revolución cultural de Mao Tse Tung que da inicio a la República Popular de China.
Así pues, no piensen que esa literatura tradicional oriental de lenta recreación, del detalle, de sedas exquisitas, es lo que encontrarán en esta obra de Yu Hua, entrañable si es la novela, emotiva en algunos capítulos, pero nunca pierde el ritmo, el autor sabe llevarnos por una pendiente que no cesará hasta casi el final en la que nos concede 5 páginas de serenidad, reflexión y conclusión.
Si esta es la nueva forma de escribir de los autores chinos, créanse que no será la última a la que me acerque.
Yo no creo que todos lleguemos a la misma conclusión al término de la lectura de este libro, y entiendo que eso es bueno, ya que si estamos hablando de la esencia humana y del sentido de la vida, sería una locura pensar que el autor consigue una única respuesta, es lo bueno de la filosofía, dejar que cada uno encuentre sus respuestas pero sobre todo dejar que cada uno se haga sus propias preguntas.
En Fugui algunos podrán ver el símbolo de la lucha contra la adversidad, otros verán el inmovilismo más desquiciante, el conformismo, ¿vivir a costa de cualquier cosa?… Pero además, el libro va más allá de su protagonista, está su familia, y cada uno de sus miembros es un mini tratado sociológico.
Parece que no todos hemos de tener las mismas inquietudes, y desde luego no todos llegamos a la felicidad por el mismo camino, hummm, pero yo había dicho al empezar esta reseña que la felicidad es un trayecto, no un destino.
Susana Hernández
Pues siendo así, está claro que este libro te gustará.
Un afectuoso saludo y mcuchas gracias por comentar!
Veo que tu inglés va viento en popa a toda vela, jajaja.
Me has dejado intrigada, por la frase que domina el texto, la de que “la felicidad es el trayecto no el destino” (la recuerdo), pero me da que va a dar para discutir, no se me ocurre en qué sentido puede estar utilizado, pues hay muchos tipos de felicidad, a ver a qué tipo de felicidad se refiere, por lo que cuentas de tanto desenfreno, burdeles y juego (los que entienden dicen que igual que no hay mucho chino en los puticlubs, sí hay mucho chino en los casinos, así que no va mal encaminado el libro, jajaja), parece ser la felicidad de lo fugaz, ¡qué intriga!, porque no creo que el escritor quiera ir por ahí. Por cierto, ¿por qué será que la escritura persigue a los dentistas? No es el primer caso que oigo, por ejemplo Alaa Al Aswany (el de los artículos de Egipto), también es dentista, y más casos que ahora no recuerdo, ¿No será una señal de que equivocaste el derecho y tenías que haber estudiado odontología? Ya que estamos en China, recuerdo que decían que Mao jamás se lavó los dientes, ¡jamás!
Lo leeré, me interesa también el marco histórico. Creo que me gustaría 😀
Hay que ver, veo que estás ya totalmente recuperada (pasaste el charco muy bien. Ya sólo te queda ir sacudiendo las gotitas de agua que se te quedaron pegadas. Muy bien escrito)
Jajajja, menos mal que los traductores funcionan medianamente bien jajajaj
Bueno yo lo veo así, si vamos persiguiendo la felicidad, de qué sirve nuestro paso por la vida?, incluso aunque nos fijemos metas a corto plazo, siempre desperdiciamos momentos de felicidad en busca de otras cosas… Es difícil de explicar y es por ello que libros como este no nos ayudaran a expresarlo mejor, como me pasa a mí jajajja, pero si a entenderlo mejor, disfrutar del momento, aunque esa filosofía nos puede llevar al inmobilismo, pero tambien se puede ser feliz mientras luchas para cambiar las cosas… Es complicado amiga, deberíamos poder “filosofear” cara a cara jajajaj. Este es un libro de Club de lectura, eso seguro!
Gracias, gracias por todo!
Besicos !
Es que ya me tienes conquistada con esa frase del principio. La felicidad es el trayecto, no el destino. Me has dejado pensando… Y tengo que admitir que en gran medida es verdad. Que muchas veces somos más felices cuando luchamos por un objetivo que cuando logramos el objetivo en sí. Y que también haríamos mejor en pensar mejor en el momento que estamos viviendo que pensando en el futuro, aprovecharlo más, disfrutarlo más junto a las personas que queremos… Que muchas veces lo sacrificamos todo por un futuro que nunca llega…
Y vuelvo a la novela. Que sí, que vuelves a convencerme, que la tengo que leer. Y además, creo haber visto esta novela en la biblioteca, así que más fácil lo tengo.
Besotes!!!
Lo cierto es que esA frase se me venía a la cabeza una y otra Vez. Yo creo que hay que sentirse vivo en cada momento y supongo que aprendiendo a valorar las pequeñas cosas aprendemos a ser mas felices.
Un besico!
Te voy a ser sincera, a mí los libros de asiáticos me aburren, por su forma de escribir (Salvo “Seda”) y pensaba que sería igual al leer el título de tu reseña; pero luego ví que dices que el estilo cambia, así que entonces le daré una chance a este libro! Saludos!
Este desde luego no es un libro lento, es más te apuesto un abrazo a que te gusta jejejejeje
Un saludo!
¡que bonita reseña! y que buena frase: la felicidad es un trayecto…bien lo sabe quien ve hacia atrás, a su pasado y descubre que fue feliz incluso cuando no se daba cuenta; de que no son los logros los que nos hacen sonreir al pensar en ellos, sino en el trabajo que hicimos para llegar; no es un camino porque ninguno asegura la felicidad. Ella se encuentra al alcance del la mano para quien quiera tomarla..
¿quien es tu madrina antivicio??? ¿la que te está ayudando a no fumar??? creo que ya lo has conseguido 😉
Queirda Ale!!!!!
El otro día escuchaba ahablar a una persona centenaria y decía que en la vida los momoentos malos superan en mucho a los buenos, y me sentí triste, así que he decidido ver la vida de otra manera, VIVIR! y es que el título es genial, vivir y extraer lo mejor de cada día, e intentar modificar en lo que podamos la scosas que no nos gustan, eleiminar cada día un poquito de dolor de nuestro alrededor, bueno ya me entiendes… sonreir a los demás cuando ya no puedes hacer nada más.
Te fijas en todo jajajja! mi madrina antivicio ??? Hummm, cuando lleve un poquito más de tiempo os diré quién es jejejej (llevo 90 días), no sea que tenga yo un tropiezo y se lleve ella las culpas jajajajaj
Besicos y gracias !!!
Me alegra que te gustase el libro y que fuese precisamente esta reseña la que te animase a su lectura.
Un saludo!